04 May EL FILTRO QUE USO
Sentirme inspirada es para mi como respirar. Pero a veces respiramos aire puro y otras veces no.
¿Qué contamina ese aire? Tu percepción. Según cómo percibas tu entorno, ese aire va a ser más limpio que otros días. Tú decides qué te llega y qué no, qué te afecta, qué te influye…
Tu percepción es el filtro que purifica ese aire que respiras. Nos han enseñado que existen limitadas maneras de interpretar, definir y afrontar las situaciones que se presentan en nuestras vida, que existen solo unos cuantos caminos correctos a seguir. Que eso está bien y eso otro está mal, porque así ha sido siempre y nos toca aceptar eso. ¿Por qué?
He visto amigos y familiares sentirse miserables por tomar decisiones que no quieren porque sienten que DEBEN. Por miedo a la incertidumbre, miedo a elegir un camino diferente, miedo al qué dirán, a la soledad, a la pobreza, miedos y más miedos. Los miedos te alejan de la realidad, de la verdad y te hacen creer en una fantasía de felicidad que solo te lastima.
¿Qué filtro usarías en ese caso? Yo me pondría el filtro «QUEMIMPORTA»
Cambio mi filtro todos los días. A veces, varias veces al día porque no podemos evitar la interacción con personas que tienen sus filtros llenos de envidia, remordimientos, frustraciones, resentimientos, etc. Todas esas cosas negativas que no nos pertenecen, son filtros a través de los cuales vemos sin querer, cuando interactuamos con otros. Toca ponerse el filtro «QUERESBALE»
Todos hemos tenido los filtros sucios, a veces por largas épocas y no lo notamos. Es un proceso personal que todos pasamos y que la mayoría de veces no nos damos cuenta.
¿Te ha pasado que hay veces después de conversar con alguien, que sientes cosas negativas y no sabes por qué? ¿Te sientes algo incompleto, que te hace falta algo para ser o estar mejor, que teniendo algo material serías un poco más feliz, que haciendo tal cosa te sentirías más completo?
Y no nos damos cuenta que eso que terminamos sintiendo o pensando son únicamente las proyecciones de todas las inseguridades y complejos de esa persona con la que interactuamos.
Cada quien encuentra su manera de cambiar sus filtros. Para mí, el mejor filtro para adecuar mi percepción lo más cercana a la realidad, son mis pensamientos.